TODOS DEBERÍAMOS SER FEMINISTAS · QUERIDA IJEAWELE, CÓMO EDUCAR EN EL FEMINISMO

CHIMAMANDA NGOZI ADICHIE

La primera parte de este pequeño libro es el resultado de una charla TED que Chimamanda Ngozi Adichie impartió en África y que generó expectación y visibilidad al movimiento feminista. La segunda parte es un artículo de Facebook escrito por la autora, corregido y ampliado posteriormente. El texto establece las claves de la igualdad de género y defiende por qué todos deberíamos ser feministas.

  • Editorial

    Literatura Random House

  • Año y lugar de edición

    2019, Barcelona

  • Número de páginas

    144

  • Título original

    We should all be feminist · Dear Ijeawele, or a Feminsit Manifesto in Fifteen Suggestions

  • Traducción

    Javier Calvo y Cruz Rodríguez Juiz

  • Lo mejor

  • El humor y la cercanía.
  • La fuerza y la esperanza que transmite.
  • La brevedad: se lee en dos tardes.
  • La claridad y la concisión de las ideas.
  • Otras obras

    RECOMENDADAS DE LA AUTORA

  • La flor púrpura 
  • Americanah

Resumen en imágenes

Chimamanda Ngozi Adichie nació en 1977 en Enugu, Nigeria. Fue la quinta de seis hermanos en una familia Igbo, una de las etnias africana con mayor volumen. A los 19 años consiguió una beca para estudiar comunicación y ciencias políticas en Estados Unidos, tras lo que cursó un Máster en Escritura Creativa. En 2003 escribió su primera novela, La flor púrpura, y en 2012 dio su segunda charla TED: Todos deberíamos ser feministas. Con este discurso, en el que explica con claridad y transparencia los conceptos de igualdad de género, generó una mayor visibilidad a la causa feminista. En 2014, la conferencia tomó forma de texto impreso. Esta edición de Literatura Random House aúna este ensayo con un manifiesto que publicó, solo en parte, en Facebook.

El problema de género es que prescribe cómo tenemos que ser, en vez de reconocer cómo somos realmente.

La primera parte del libro, Todos deberíamos ser feministas, relata en primera persona las conclusiones que mueven a la autora a pensar en la desigualdad de género. El texto busca soluciones al respecto y concienciar sobre la importancia de que todos, hombres y mujeres, luchemos por la visibilidad del problema y, obviamente, por la igualdad. Con ejemplos cercanos, con humor y con un lenguaje transparente y muy directo, Chimamanda explica de forma simple y concisa los conceptos claves del feminismo. Para una persona que ya haya leído mucho sobre el movimiento, el libro puede parecerle bastante obvio y con poco que aportar. En mi caso, había leído —como tal— poco sobre el tema desde una óptica teórica, por lo que me sirvió para asentar ideas y establecer significantes. Aunque no me aportó ninguna noción nueva como tal —repito que es la representación del feminismo básico— sí que me sirvió para profundizar en las reflexiones que ya me había hecho y darles otra vuelta.

Lo que demuestra es que la palabra <<feminista>> está sobrecargada de connotaciones, connotaciones negativas. Odias a los hombres, odias los sujetadores, odias la cultura africana, crees que las mujeres deberían mandar siempre, no llevas maquillaje, no te depilas, siempre estás enfadada, no tienes sentido del humor y no usas desodorante.

La segunda parte se titula Querida Ijeawele, cómo educar en el feminismo. En ella, una amiga de Chimamande, Ijeawele, le pide consejo sobre cómo educar a su hija en el feminismo. La autora —que también ha sido madre recientemente— afirma no tener las claves para un proyecto tan complicado, pero aporta quince sugerencias que implantar en la educación de los hijos.

El texto transmite fuerza y esperanza, enseñándonos a cuestionarnos todo, incluso a nosotros mismos y nuestros valores. Otros temas que se entrelazan con el principal son: racismo, sexo, menstruación, la relación del feminismo con algunos valores de liberalización humana —como la lectura— así como con el lenguaje o con la cultura. Sobre esta última, la autora transmite la idea de que tenemos que aprender a seleccionar qué partes de esta deben evolucionar y cambiar, mejorando la tradición entre todos. Además del tono humorístico, leer a Chimamanda es como hablar con una amiga; estoy deseando visitar alguna de sus novelas.

¿Qué pasaría si, a la hora de criar a nuestros hijos e hijas, no nos centráramos en el género sino en la capacidad? ¿Y si no nos centráramos en el género sino en los intereses?

Lo mejor, sin duda, fue que el libro fue un regalo de reyes para toda la familia, por lo que mi madre también lo leyó. Ella es lectora habitual, aunque no lee rápido, y puedo afirmar que se lo leyó en tres tardes. Ambas lo leímos con la mente abierta, aceptando la posibilidad de que pudiéramos mejor algunos de los valores que teníamos de antes: buscábamos aprender, incluso sin estar de acuerdo con todos los puntos. Pudimos compartir sentimientos e impresiones, así como poner en común experiencias que hemos vivido. Además, logramos sentirnos comprendidas —aunque tuviéramos opiniones diferentes en ciertos detalles— y, sobre todo, captar la importancia de que todos —absolutamente todos— debemos ser feministas si queremos que la sociedad siga cambiando a mejor.

La situación actual en materia de género es muy injusta. Estoy rabiosa. Todos tendríamos que estar rabiosos. […] también tengo esperanza, porque creo firmemente en la capacidad de los seres humanos para reformularse a sí mismos para mejor.

El libro es una buena recomendación para cualquier persona, a excepción de aquellas que tengan un conocimiento más extenso del tema: podría parecerles demasiado básico, aunque también podría servirles para encontrar definiciones claras y concretas sobre el tema. Además, lo recomiendo para gente joven y, sobre todo, para todos aquellos que piensan que el feminismo no es necesario; que es radical o negativo; o que no va con ellos. No hay nada malo en leer opiniones contrarias a las nuestras (¡así se crece!) y nunca es tarde para aprender algo nuevo (¡cada día!). Si algo nos produce rechazo, quizás es el momento perfecto para comenzar por ahí. ¡Podemos aprender muchísimo trabajando con aquello que consideramos contrario a nosotros! Y, además, en este caso solo nos llevará un par de tardes de lectura. ¡O un par de viajes en bus!

Feminista es todo aquel hombre o mujer que dice: <<Sí, hay un problema con la situación de género hoy en día y tenemos que solucionarlo, tenemos que mejorar las cosas>>.

Y tenemos que mejorarlas entre todos, hombres y mujeres.

biografía en un minuto y medio

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